En contadas ocasiones un cumpleaños puede ser más completo para alguien como el número 26 del australiano Casey Stoner, celebrado ayer en Phillip Island, donde de regalo, le cayó un campeonato del mundo, tras la baja por lesión del español Lorenzo.
Stoner devolvió la gloria a Honda, después de cuatro temporadas de travesía por el desierto del gigante nipón, y subió el segundo peldaño para llegar a la altura de su ídolo, el gran Mick Doohan, testigo presencial de la coronación de su paisano.
A sus 26 años, Casey parece lanzado, con hambre de superar a la leyenda. La lesión del mallorquín le ayudó también a alzarse con la victoria, recordemos que Lorenzo se masacró el dedo anular de la mano izquierda de una caída en los últimos minutos del warm up matinal, poniendo en bandeja la corona al australiano.