Cuando las tasas de interés se encuentran en nivel mínimos, como en la actualidad, invertir en acciones que paguen altos dividendos es una interesante alternativa.
Lo difícil no es hallar este tipo de acciones sino lo dificultoso es que además cumplan los siguientes requisitos: no presentar un alto grado de volatilidad y que posean perspectivas de crecimiento.
En total son cuatro características que buscan los inversores:
Alta tasa de dividendos
Poca volatilidad
Perspectivas de crecimiento
Ser fuertes para soportar los vaivenes del mercado
La verdad es que es casi imposible hallar una acción que cumpla estos cuatro requisitos pero una solución puede ser armar una cartera con acciones que paguen altos dividendos.
Para la selección se deberán escoger todas aquellas acciones que tengan un historial de pago de grandes dividendos y entre ellas elegir la mejor combinación de reducción de riesgo.
El principio activo en esta estrategia es la clásica diversificación del portafolio como medio para disminuir los puntos débiles de los activos.