Tras fallo el gobierno de Marcri se prepara para la emisión de la deuda hasta por 15.000 millones de dólares.
Luego de un largo e intenso litigio judicial con respecto a los fondos buitres, viendo la caída de lo que sería la última barrera, ya Argentina para el crédito internacional tiene las puertas abiertas.
Se ha ratificado la decisión tomada por el Juez Thomas Griesa, por la Corte de Apelaciones de Nueva York, en la que se ordenó levantar las medidas de bloqueo del pago a los tenedores de bonos argentinos que desde 2001 estaban en mora.
En razón a ello, el Ejecutivo del Presidente de Argentina se dispone para cancelarles a todos los demandantes que firmaron un acuerdo por 15.000 millones de dólares, además para cumplir con los acreedores que admitieron la reorganización de su deuda, la emisión de la deuda en los mercados internacionales.
Se estima que esta será el más elevado de los endeudamientos que de manera súbita desde 1996 tiene una nación.
El fallo de la Corte se produce horas más tardes, luego de que el Gobierno de Macri finiquitará con otro grupo pequeño de acreedores un nuevo acuerdo por la cantidad de 255 millones de dólares.
A este momento se eleva a 90% de los bonistas demandantes, aprobando las ofertas realizadas de parte del Gobierno Argentino, destacandose ciertos de los fondos más duros, tal como el NML Capital, capitaneado por el magnate Paul Singer, quien sacará provecho por bonos que compró a precio de ganga de unos 4.700 millones de dólares.
El gobierno de Argentina recibió con gran satisfacción la decisión, a lo que señaló a los reporteros de Nueva York que estaban tras la pista del caso Prat-Gay ministro de Hacienda y Finanzas que: no se la esperaban que fuese tan pronto y que la estaban celebrando.
Además agregó que: que después de haber estado 15 años desconectados del mundo, era el último paso que les faltaba y que estaban orgullosos de no pagar.
El plazo para que el Ejecutivo macrista pague vence mañana, al que el ya mencionado ministro se adelantó señalado que posiblemente el mismo se materializará el día 22 de este mes.
Para poder afrontarlo, colocando la deuda necesaria el equipo económico está trabajando contrarreloj. El acuerdo suscrito establece intereses moratorios, por cada día de retraso.
El conflicto de la deuda es de larga data (2001), año en el que Argentina realizó el cese más elevado de pagos de su historia, ante una crisis severa tanto en ámbito económico como político.
Los fondos buitre comenzaron a adquirir los devaluados bonos argentinos para proceder a concretar el 100% de su valor único solicitado mediante demandas introducidas ante los tribunales de los Estados Unidos.
Aunque en 2014, hubo una decisión a favor, el Ejecutivo de la presidenta de entonces Cristina Fernández se negó a acatar, dejando a su nación en un impago parcial, que está casi por levantarse.