Lo que todo inversor desea es hallar el momento preciso para entrar y salir del mercado pero lo difícil es encontrar indicadores que ayuden a tal predicción.
A continuación se presentan seis detalles que deben atenderse ya que pueden significar una bajada del precio del activo.
Un pronóstico óptimo se convierte en algo nefasto: hay situaciones en la que las ganancias esperadas son corregidas a la baja durante el transcurso del año. Esto llevará a que muchos analistas desconfíen de la misma y elijan vender sus acciones en consecuencia el precio caerá.
Acciones de la compañía se venden internamente: cuando los altos ejecutivos venden sus propias acciones es una señal de que algo no evoluciona de la manera esperada. Esta es una señal de alerta que debe seguirse con mucha cautela.
Presentación de proyecciones económicas que se posponen: si bien no siempre se puede atender a los inversores brindándoles información económica no deja de ser extraño que una compañía suspenda la publicación de proyecciones.
Disminución de dividendos: cuando una compañía suspende de un día para otro el pago de dividendos puede ser un indicio de que los negocios marchan muy mal.
Escasa diversificación: si una compañía no se renueva ni innova lo más probable es que en el mediano plazo fracase económicamente debido a los continuos cambios del mercado.
Indicadores industriales: analizar la evolución del precio de acciones de la misma industria ya que en la mayoría de los casos estas se mueven conjuntamente. Y la bajada de una de ellas puede tener un efecto arrastre que perjudique a la acción que se posee.