La crisis financiera cada vez es más profunda en España, y no es de extrañar que las personas desempleadas, o con necesidad de mejorar su situación laboral, opten por abandonar su tierra y poner rumbo a los países extranjeros que actualmente gozan de una economía estable.
Y el país que está recibiendo esta oleada de inmigración es Alemania. Según datos ofrecidos por el departamento federal de Estadística alemán, durante este último año el número de inmigrantes españoles supera el 49% con respecto al 2010.
El motivo de estas movilizaciones es sin duda (además de la falta de empleo en España) la diferencia de sueldo en las personas cualificadas, como por ejemplo los ingenieros. El sueldo medio de un ingeniero en España ronda los 25.000 euros anuales, mientras que en Alemania en el mismo tiempo ganan 41.200 durante los tres primeros años, tras los cuales la cifra aumenta hasta los 54.900 euros.